sábado, 10 de mayo de 2008

El error de los planetas al juntarse


Era la primera vez que se veían, fue como un choque de sus cuerpos que los mantendría quietos y eternos, tampoco tenía fin la coincidencia de haberse recordado minutos antes.
Nadie se recuerda sin conocerse, pero ellos querían verse.
No tenía que ser el mejor de los lugares y no lo era. Daba lo mismo el olor a goma quemada y las luces fuertes de discoteca, no amaban las discotecas., lo aullidos de los perros los sometían a un ritual que advierte un peligro, un rito.
Ella puso un pie en la calle, no sabía que no alcanzaría a cruzarla y sin embargo llegaría al fin de todos los lugares. El no alcanzó a frenar el auto, no había revisado los frenos, no tenía seguro para este tipo de contra tiempo.
Era el destino, las cuentas y los semáforos. El haber aprendido a caminar de pie, haber perdido cabello, convivir en la primera ciudad, conocer el fuego, construir carreteras y leyes para ellas, máquinas para moverse con cosas incluidas para detenerse. Zapatos para caminar y la posible eliminación del pulgar. Todo tenía sentido ya, los planetas habrían hecho reuniones antes y decidido que era momento de soltar el hilo y de juntarse, los caminos se hicieron para todas sus partes.
Hubo caso omiso a los gritos, ellos ya estaban escritos, caminaron sin detenerse. Era curioso, nadie comprobaría que el amor existe, nadie podía verles.

1 comentario:

pepelepunk dijo...

Buen texto srita. Auguro mas asi. Ya dare la vuelta completa y se lo hare saber.


*Saludos*