lunes, 29 de junio de 2009

30 Razones para el Amor


1] Tu ojo claro
2] Tu otro ojo oscuro
3] Tu mano
4] Tu otra mano
5] Tu caja
6] Tu closet
7] Tus zapatillas horribles
8] Tu taza metalica
9] Tu guitarra
10] Tu paciencia
11] Tu inpaciencia
12] Tu tiempo
13] Tu contratiempo
14] Tu vergüenza
15] Tú sinvergüenza Ò_o
16] Tu terapia
17] Tu papel en blanco
18] Tu papel escrito
19] Tu amistad
20] Tu enemistad
21] Tu compañerismo
22] Tu comunismo
23] Tu poesía
24] Tu antipoesía
25] Tu sopa de letras
26] Tu amor
27] Tu sueño
28] Tu pelo al viento
29] Tu infierno
30]Tu HUIDOBRO interno

martes, 23 de junio de 2009

Geografías Obligatorias


Con mi padre, tenemos en común un lunar en la planta del pie. No sé cómo me enteré de eso, ni menos por qué pensé que era una unión importante. De mi madre heredé la celulitis y la migraña, de mi hermano la falsa moral -ésa que es conveniente- y de mi perro lo celosa. Odio las mañanas y le tengo terror a las noches. No creo en nada tan creíble como Dios o el cáncer, creo en Peter Pan y en las mariposas. Nací en una isla en cautiverio, una isla libre de tierra y prisionera de pensamiento. De Cuba, heredé a Silvio y su nueva trova.
A los nueve pisé un país largo. Libre por un lado, duro y tosco por el otro. A un lado el mar Pacífico. Con un nombre tan irónico que le trajo a Chile hipocresía, con hombres tan fieles a la iglesia como al Café con piernas. Por el otro una eterna cordillera compartida, como toda la cultura nacional, que de propio no tiene nada. Anthony Bourdain viene a Chile y se come un Lomito Italiano en La Fuente Alemana.
Así llegué a la conclusión que la geografía forma a su gente, que puede contarle al mundo sobre las personas que tiene. Y yo que tengo tanta geografía adentro, he sido mucha gente. Mi identidad nunca la tuve clara, sabía que me importaban el amor y las palabras. Con eso me mantuve insegura algunos años, luego a los 12 di mi primer beso y le quité importancia. Par de años después, tuve mi primer pololo. Un metalero que me pedía demostrarle amor matando gatos. Nunca lo hice y quizás por eso tampoco duramos. Seis meses después de mi primera ruptura, tuve mi segundo flechazo. Un paranoico, más celoso que yo, rencoroso y maniaco. A él lo quise, pero nunca pude moldearlo. Era de esas mujeres que creen poder cambiar a los hombres, ahora también, creo que siempre es bueno cambiar de hombre.
Luego, ese amigo que aguantó mis lágrimas empezó a causarlas. Mi vecino de amigo perno, paso a ser un gran amor. A los 16 comencé una relación cuerda y aventurera. Tres años después, veo que todos mis sueños y pensamientos, se hacen más reales con él. Yo y mi espejo, hemos resuelto los conflictos con mi padre, quiero gritarle menos a mi madre y comprendo más a mi hermano. Aunque creo que él ha causado todo mi bien, no quiero conservarlo para siempre y le enseñé a mi perro que uno sólo conserva lo que no amarra. He sufrido muchas muertes y he llorado, incluso por sí acaso, mi mayor miedo es la muerte y mi seguridad, se ha vuelto más contundente. No sé adónde quiero llegar, ni el camino que me va a llevar. Por ahora sólo quiero vivir mucho y no tener que soñar demasiado.

lunes, 22 de junio de 2009

Invierno con Paraguas


A flower le gusta romper el hielo. Le gusta convencerse de realidades extranjeras. Se agarra firmemente a ideas que se invente y anda con una máscara, esperando que todos le crean. Luego me viene a ver y sabe que se la quito de inmediato. Le quito el sudor con las manos y lo invito a la realidad. Se queda tranquilo, sabe que puede decirme que quiere vivir del póker, sabe que le creo y que me importa. Habla bajito, porque cree que no lo escuchan. Tiene tantos talentos, que se da el lujo de borrarlos. Cualquier cosa que no sepa, él puede enseñármela. Es mi agenda, mi verdad, mi confirmación de un alma pura y blanca caminando por la tierra.


Hoy venía en el metro, creo que cerca Ñuble. Me miré en el reflejo de la precoz noche de invierno y dije, yo soy buena. Esta gente que viene apretada, este guatón que pretende rozarme la pierna, esa señora cansada de su poca vida de cama y esa fogosa pareja, ni lo sospechan. Venía de ver a Miss Pepa, ella tampoco podía saberlo. Así como yo, que nunca me doy el lujo de descubrir almas puritas y blancas. Tenía ganas de gritarles a todos, que podían confiar en mí. Que yo no les haría daño, que dejaran sus billeteras, sus cheques, sus ideas, que Miss Pepa me contara lo que quisiera, yo no iba a arruinarlo. Ellos no lo sabían y no correrían el riesgo de averiguarlo.


Volví a casa con los pies empapados. Caminé cerca de los charcos y sentí la sombrilla que me protegía. Era de Mister Flower, él me protegía. Él sabía que podía poner su corazón, recién estrujado entre mis manos y que yo, jamás me atrevería a tirarlo. Sabe que puede dormir profundamente a mí lado y yo, nunca lo estaré engañando. Puede mirarme a los ojos y saber, que no hay nada en lo que pueda estar pensando que él no sepa de ante mano. Ningún rumor puede perturbarlo. Llegué a su casa y lo besé. A él le gusta vivir amando. Tiene miedo como yo, también lo sé. Tiene miedo de amar demasiado. Porque sabe que todo lo que él haga, para mí será la noticia más importante. Porque me gusta que pose sus dedos sobre la guitarra, porque su confirmación “vas bien jam”, vale más que mil palabras extrañas.

Yo llegué a su vida para sanarlo. Le curé los traumas. No le da vergüenza verse indefenso en mi reflejo. Flower es cuadradito y con rombos. Tiene corte de pelela imaginario. Anda despacito y con cuidado, es un luchador bien organizado. Me fui de vuelta a mi casa con su paraguas, Flower me cubre y riega, cuando hace falta.